Los máximos responsables de la Fundación El Greco 2014, con su presidente a la cabeza, Gregorio Marañón, y destacados miembros del Gobierno regional, han presentado en sociedad el Plan Director de la Fundación, que marcará las líneas y la hoja de ruta a seguir para el desarrollo de cuanto conforma el núcleo duro de los eventos conmemorativos de la efemérides.
Curiosamente (aunque sin ninguna sorpresa por mi parte y viniendo de quien viene) el día anterior a dicha presentación, en mi última entrada del blog, ya me aventure con la propuesta de un “Greco anticrisis”. Obviamente, cuando he leído las palabras de Marañón, apostando por El Greco como agente generador de empleo y riqueza, y no sólo para la paradigmática fecha de 2014, sino con proyección de futuro, de permanencia, no he podido dejar de pensar en nuestra común sintonía.
Ahora bien, más allá de este aspecto anecdótico considero que esta es la piedra angular del proyecto, generar unas sinergias donde el factor cultura sea clave para que Toledo pueda sacudirse su secular letargo. Bien es cierto que es mucho lo logrado y que las aptitudes personales e institucionales nada han de ver con desfasados modelos de pensamiento, que hacían de la ciudad un monumento pegado sobre el estatismo de la foto fija del tiempo.
En cualquier caso, y siendo conscientes de cómo los tiempos no van a ayudar mucho a la disposición de recursos suficientes y necesarios, deberíamos utilizar, precisamente, la crisis como palanca impulsora, pues es en estas difíciles coyunturas cuando florecen la ideas geniales y se producen los grandes cambios sociales. Estoy convencido de que cuantos se hallan implicados y comprometidos con este acontecimiento pondrán en valor, y generosamente, lo mejor de sí mismos, al margen de que las empresas, entidades, administraciones y el conjunto del tejido social coadyuven para que los objetivos diseñados en el Plan Director de la Fundación se cumplan, y es mi convencimiento que así será.
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