El Greco anticrisis

En estos tiempos duros, donde los arquetipos del Estado del Bienestar y las vacas gordas han adelgazado como si de una maldición bíblica se tratara, Toledo debiera apostar por “su” Greco como fórmula anticrisis.

Soy consciente de cómo, dicho así, puede sonar a ocurrencia majadera, con la que está cayendo, que es el latiguillo al que recurren tertulianos y charlatanes de toda clase y condición, cada cual con su receta mágica para salir de esta situación que, estoy convencido, es mucho más que una recesión económica; seguramente nos hallamos ante un cambio de modelo social.

Pero ciñéndome a mi particular visión del problema, mejor de su solución, “El Greco anticrisis” conformaría las bases para movilizar todos los recursos económicos que puede generar el excelso patrimonio toledano. Siendo cierto cómo el número de turistas se está viendo incrementado de forma ostensible en la ciudad, aunque pudiera parecer una paradoja, se debieran arbitrar mecanismos de gestión, siempre compatibles, entre las expectativas del visitante, que desea un baño de cultura, y quienes se ocupan de que tal coyuntura revierta en la renta de los toledanos. No estaría de más que las Administraciones y los agentes culturales y/o turísticos se afanaran en una profunda reflexión de la que sacar conclusiones factibles de llevar a cabo. Obviamente, la perspectiva de la conmemoración del IV Centenario del Pintor, en 2014, ya debiera estar dando sus frutos, más allá de la planificación de grandiosos eventos, como recopilar lo mejor de su obra para ser expuesta, etc., ineludibles, para dicha “cita”, si bien, como he dicho, es mucho más lo que se puede, y debiera, hacerse para reactivar la economía de la ciudad bajo el pincel del cretense.

Desde luego si yo supiera el cómo, lo patentaría. No, no tengo una respuesta concluyente; al menos sí, algunas ideas intuitivas sobre el camino a seguir. Tampoco es mi responsabilidad desde este blog monográfico hacer el trabajo de otros. Pero nadie me va a convencer de otra cosa; quiero decir que Toledo tiene unos recursos histórico-artísticos únicos que no siempre ha sabido valorar ni, mucho menos, rentabiliza a su favor, de ahí que este “Greco anticrisis” bien pudiera ir marcando la pauta de nuestra recuperación económica.